miércoles, 18 de marzo de 2015

Vuelo sin motor. 15 de marzo.


Route 2.933.406 - powered by www.bikemap.net

Hemos subido un escalón en la escala de exigencia. Sabemos que debemos hacerlo y como no somos de esos que miran hacia otro lado, nosotros fijamos un calendario y lo cumplimos. Llegar a los 100 km en bicicleta de montaña requiere de muchas cosas, entre ellas piernas y tiempo. Madrugar es ya obligatorio, dedicar los domingos a las rutas duras y largas es la base para afrontar retos mayores. Y en ese camino estamos.

Siete y cincuenta minutos del domingo y hay que empezar a pedalear. La climatología engaña. Sol despejado pero tiempo fresco y las previsiones indican que hará frío. No hay dudas entonces, hay que abrigarse. Veo a Roberto en Alcalá, con mucho frío ambos pero ilusionados con la ruta del día. Una vuelta grande, alejada de nuestras casas y previsiblemente dura.

Subimos a Los Santos, esta vez por la variante que hay hacia la derecha para llegar justo hasta su plaza de toros. Todo el camino está muy rajado, complicado si se hace en bajada. Llegamos hasta arriba y esta vez en vez de bajar hacia Anchuelo como solemos hacer, tomamos el camino que sale justo antes hacia la izquierda. Queremos ir a Santorcaz sin tocar apenas carretera. El camino es bueno hasta un punto donde nos salimos para tomar un pequeño sendero que acaba en una trailera imposible de descender. Volvemos al camino principal y lo seguimos hasta que muere en la carretera de Los Santos a Santorcaz justo antes de las eses que hay en bajada. Descendemos sin problemas, sin tráfico y nos acercamos ya a Santorcaz.

Hasta llegar al pueblo hay que subir unas rampas constantes que exigen bastante a las piernas. Cruzamos el pueblo y encontramos el camino que nos llevará hasta Pioz junto a la valla de la Estación de Transmisiones de la Armada. Buen sendero llano que nos acerca rápido hasta Pioz. Desde allí tomamos otro camino que va en paralelo a la carretera para llegar hasta El Pozo de Guadalajara donde entramos para ya hacer carretera asfaltada.

El viento nos arruinó el día. No era excesivo pero sí constante y el día según avanzaba se hacía cada vez más frío y húmedo. Las nubes ya tapaban todo el cielo y apenas aparecía el sol. Comenzamos a bajar el puerto hacia Aranzueque. El que otras veces fue muy divertido, el viento lo convirtió en un simple descenso. Poco antes de alcanzar Aranzueque nos pasó un grupo de moteros de no menos de 20 unidades.

En Aranzueque buscamos la pista que va en paralelo a la carretera que lleva hasta Loranca de Tajuña y junto al mismo río Tajuña. Perfecta esta pista para rodar. Posiblemente lleváramos el viento a favor y eso nos ayudó a rodar cómodo durante unos kilómetros. Desde allí vimos pasar por la carretera una prueba de bicicleta de carretera. El pelotón de unas cien unidades iba rápido. Subieron el puerto que subiríamos luego nosotros, pero claro, a un ritmo nada comparable. Llegamos a Loranca e hicimos nuestra segunda parada. Comimos y bebimos agua de una fuente que hay en un parque junto al río.




Nos tocaba enfrentarnos al puerto. Me encanta este puerto, de unos 3 km aproximadamente, duro en todo el recorrido y constante. No baja la intensidad en todo el tramo lo que exige mucho. Al terminarlo tomamos una pista que nos llevó hasta Pioz de nuevo, así evitamos recorrer varios kms de carretera entre urbanizaciones. En Pioz pasamos junto a su castillo casi medio derribado. Es una lástima que esté en ese estado de conservación. Cruzamos el pueblo y buscamos el retorno hasta Santorcaz pero por otro camino diferente. Soy de los que no me gusta volver por donde ya fuí, así es que intento buscar rutas distintas cuando se debe pasar por el mismo pueblo.

En Santorcaz volvimos a alimentarnos. Estábamos ya bastante cansados y el objetivo era llegar pronto a casa. Trazamos el recorrido más recto para que ambos llegáramos pronto a casa. Tomamos el camino llano entre Santorcaz y las antenas de Anchuelo y continuamos hacia Villalbilla.

En ese tramo, antenas-Villalbilla fue donde probé en mis huesos el suelo. En el inicio de una pequeña bajada la bicicleta me hizo un extraño. Esos movimientos que siempre acabas dominando pero que el domingo, a pesar de intentar recuperar la bicicleta me lanzó. La rueda de atrás se me cruzó hacia el lado izquierdo y yo intenté enderezarla con mi cuerpo pero me fue del todo imposible. Volé y caí sobre una piedras. Afortunadamente iba aún lento en la bajada no me dañé en articulaciones ni huesos. El culotte se agujereó y me dejó unas marcas en el brazo y principalmente en la cadera izquierda. Nunca se sabe dónde te tiene el destino preparado un susto.

Roberto me asistió rápidamente. Me ayudó a incorporarme y a revisar las heridas. Volvimos a subirnos a las bicicletas y tocaba bajar un puerto. Y no hay nada peor que cogerle miedo a las cosas. Así es que me agarré al manillar y bajé como si no me hubiera caído. Fue lo mejor que pude hacer porque de la caída lo único que me queda es el roto del culotte y el moretón de la cadera.

Llegamos a Villalbilla y desde allí por una pista alcanzamos Los Hueros y la urbanización El Zulema. Allí nos despedimos Roberto y yo hasta la próxima que será dura, como no puede ser de otro modo. Bajé el puerto y desde pues de cruzar Alcalá llegué a casa.

He estado dos días con la paliza de la ruta y la caída, pero ya tengo unas ganas locas de volver a por más. Ya pensando en la próxima ruta...

Datos de la ruta:

Recorrido: Meco - Alcalá - Los Santos de la Humosa - Santorcaz - Pioz - El Pozo de Guadalajara - Aranzueque - Loranca de Tajuña - Pioz - antenas de Anchuelo - Villalbilla - Los Hueros - El Zulema - Alcalá - Meco.
Distancia: 101,85 km.
Tiempo efectivo: 5h27'
Tiempo total: 7:50- 14:00
Promedio: 18,66 km/hora.
Desnivel: 690 metros.
Terreno: pista-asfalto (75-25) %

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