domingo, 22 de abril de 2012

Después de una fiesta mejor descansar. 22 de abril.


Ruta en bici 1527513 - powered by Bikemap 

Lo dicen los entrenadores de deportistas profesionales siempre que tienen oportunidad. Que la fiesta, el alcohol y los excesos en general no son compatibles con el deporte. Y es cierto del todo, lo puedo confirmar por haberlo sufrido en propias carnes. El día de ayer fue una maravilla en todos los sentidos, especialmente en los gastronómicos, y entrando en detalle, disfrutando la maravilla de las carnes y dejándonos llevar por los caldos hasta decir basta.

Sabía que el domingo era día de ruta y que era una oportunidad que no debía dejar pasar bajo ningún concepto, puesto que últimamente está siendo muy complicado enlazar dos semanas consecutivas, bien por el clima, bien por otras cuestiones. Fijamos una hora de salida tardía para recuperar el cuerpo de los excesos del sábado, y una ruta no muy alejada de Alcalá.

La mañana amaneció algo nublada pero luchando el sol por hacerse con el terreno. Y yo amanecí más castigado de lo pensado, con dolor en la zona alta del cuello y un vacío en el estómago que me hacía recordar el día de ayer. Tras el desayuno, me preparé con ropa mixta, de verano abajo y manga larga arriba, y me lancé por el camino del Santo Tomás hasta la casa de Yoni. Allí tuve que esperar algunos minutos, porque está claro que los domingos es complicado quitarse las sábanas de encima, y los horarios son más flexibles que a diario.

Al incorporarse Yoni, trazamos el recorrido que ya habíamos perfilado la noche anterior y nos lanzamos a cruzar Alcalá en dirección al río para tomar el camino que nos llevaría hasta Los Santos de la Humosa. Vimos durante toda la mañana mucha gente disfrutando del día, unos con un paseo, otros corriendo y muchos en bicicletas. Le dije a Yoni que hoy me costaría mucho la ruta y que él sería el líder de la manada. Estaba claro que no estaba para muchos trotes ni esfuerzos. Llegamos al cruce del río y al poco ya estábamos subiendo. La primera rampa la hicimos junto a un grupo de un chico acompañado de dos chicas que iban a toda pastilla. Aquí se empieza a sudar y a darlo todo, y yo comencé a liberarme de todas las toxinas malas que había acumulado durante el día de ayer. ¡Qué castigo! Esta cuesta la hicimos los dos en bloque y continuamos por el llano hasta el siguiente repecho largo. Ahí ya dije basta y tomé mi ritmo, el único que hoy podía imprimir a mi KTM. Yoni desapareció a mitad de tramo intentando pegarse a otro biker que igual nos sacaba 20 añitos...

En Los Santos paramos para tomar líquido y una chocolatina que yo necesitaba como nunca antes. Me dio algo de vida y energía para continuar. Tomamos la carretera que nos llevaría hasta Santorcaz, con un puerto en descenso divertidísimo con sendas eses que tomamos con confianza por la nula existencia de coches. Entramos en Santorcaz para hacer otra parada, beber todo lo que teníamos y rellenar el bidón con agua de la fuente del pueblo. Allí buscamos el enlace hacia el camino que traslada hasta las antenas de Anchuelo. Camino llano y sencillo que me sirvió para recuperar fuerzas.

A medida que transcurría el día me iba sintiendo mucho mejor curiosamente. Comencé por la mañana sin apenas energía y lo acabé cansado pero con más pilas que al principio. En las antenas nos tiramos por el puerto para llegar a Anchuelo. Cuidado con esta bajada, que tiene una pendiente muy pronunciada, y que en el tramo final, el que lo une ya con el pueblo, está tremendamente ondulado y peligroso. Yoni tuvo un susto importante que quedó en nada, ya que la rueda trasera le culeó y él instintivamente recuperó la vertical del trazado ayudado por una frenada brusca. Yo ya sabía de este punto, que por épocas cambia de características, y tomé todo con mucho cuidado.

Cruzamos el pueblo y enlazamos rápidamente hacia el camino que nos llevaría hasta el Parque Natural. Este tramo se nos hizo pesado, porque mentalmente piensas que es todo llano y sin embargo hay dos pequeños repechos que hacen daño a las piernas si es que no las tienes bien frescas, como nos ocurrió hoy a los dos. Ya en la puerta de entrada al Parque, nos dejamos llevar por las continuas bajadas y duras subidas. También en todo este recorrido tuvimos mucho cuidado porque el firme está muy levantado y peligroso. Conseguimos llegar hasta el punto de encuentro del Parque y allí nos fotografiamos.



Desde este punto, bajamos a Alcalá, cruzamos toda la ciudad y nos situamos en el Santo Tomás donde nos despedimos hasta la próxima. Y yo llegué a casa por el camino por el que inicié la jornada.

Día muy duro para mí, que me ha hecho sufrir como pocas veces. Espero que me sirva para disfrutar mucho más los días en los que no me duele ni la uña del pie.

Promedio pulsaciones: 128
Máximo pulsaciones: 176
Promedio calorías consumidas:702
Total calorías consumidas: 1.077
Tiempo In Zone (150-182): 0h31

Datos de la ruta:

Recorrido: Meco - Alcalá de Henares - Los Santos de la Humosa - Santorcaz - Anchuelo - Parque Natural de los Cerros - Alcalá de Henares - Meco.
Distancia: 55,75 km.
Tiempo efectivo: 2h49'
Tiempo total: 10:10 - 13:50
Promedio: 19,75 km/hora.
Desnivel: 460 metros.
Terreno: pista-asfalto (75-35) %.

domingo, 8 de abril de 2012

Cien x cien asfalto. 8 de abril.


Ruta en bici 1502295 - powered by Bikemap 
Están las Ciencias Naturales, las Ciencias Económicas, las Ciencias Matemáticas, las Ciencias Sociales y muchas otras... y luego existe una Ciencia que siempre se encarga de que llueva en Semana Santa. Y mira que cada año la colocamos en fechas distintas para despistar a las nubes, pero es que no hay manera de vencer a la lluvia en los cuatro días de fiesta. Luego eso sí, llegado el lunes ves de camino al trabajo que hay un sol arriba radiante y despejado de cualquier tipo de nube que te hace pensar si es que hay una maldición que fastidia cíclicamente estas fiestas.

Con cuatro días por delante, hasta el más despitado planeaba un par de salidas en bicicleta. Puede que alguna de montaña y otra de llano para estirar las piernas y hacer cayo en el punto de apoyo para aguantar horas encima de la bicicleta. Pero así es la querida SS que siempre se encarga de trastocar todos los planes previstos y forzar a idearse nuevos. Esta vez, es cierto, nos ha regalado un domingo que no se esperaba por lo frío y lluvioso del resto de días. El sábado por la noche ya daban en las previsiones meteorológicas buenas noticias, con cielos despejados y temperaturas al alza. No hay más que pensar, me dije. Tras una llamada sabía que iría solo el domingo y para evitar los tramos enfangados de barro, planifiqué una ruta totalmente por asfalto. No quedaba más que descansar como un bebé y despertarse a una hora prudente para realizar la ruta.

El domingo amaneció para mí a eso de las 10h30 y media hora más tarde ya estaba ataviado para ruta. Comprobando que la temperatura era fresca pero no fría, me lancé a vestirme con el culotte corto de tirantes y un maillot corto arriba con una camiseta de running de manga larga encima. No me arrepentí en todo el camino pues la temperatura se recuperó de maravilla, sin llegar a hacer calor, no pasé frío en ningún momento. Mención especial he de hacer a las nuevas gafas EVANEY que he estrenado hoy y que fue un regalo de mis amigos del trabajo. Son realmente formidables, ligeras al máximo, con un cristal polarizado que deja ver a la perfección y con la sensación de que no llevas nada encima. Se nota cuando un producto es de calidad y éste es una maravilla. ¡Mil gracias chic@s!

Pues a las 11h00 me lancé a la ruta. Comencé subiendo a la parte alta de Meco para llegar hasta el camino rural, pero asfaltado, que une el pueblo con Villanueva de la Torre. Nada más comenzar, ¡sorpresa! Este tramo de apenas 4 km, lo están rehabilitando para el uso de bicicletas, peatonal y de runners. Han dedicado un tercio del ancho del camino al uso de ocio y el resto para el tránsito restringido de vehículos. Solo falta que la vereda la acondicionen con paseo y jardines y tendremos un pulmón excelente en el pueblo.



Las sensaciones en toda la ruta han sido buenas pero no excelentes. Acompañó el tiempo, la temperatura, las ganas de rodar, pero no las piernas. El viernes realicé el entreno de pierna en el gym y he notado algo cargados y doloridos tanto los gemelos como los femorales. Ésto no me ha  impedido rodar y forzar cuando así lo he querido y necesitado, pero no he ido fresco en ningún momento. De modo que ha sido un ritmo vivo pero no fuerte en ningún momento.

Llegado a Villanueva torcí hacia la izquierda para tomar la carretera hasta Valdeavero. Todo el tramo es de llano picado hacia arriba con un par de repechos bonitos, y un final antes de llegar a Valdeavero con la bajada del puerto de unos 2 km muy bonita, donde he alcanzado los 50 km/h, sin necesidad de dar pedales. Abajo tomé la carretera hasta Torrejón del Rey y llegado al cruce con la N-320 tuve que esperar unos segundo porque la carretera estaba cortada por una procesión. En un momento me incorporé y girando a la derecha tomé rumbo hacia Quer.

Con buen asfalto, ancha y muy poco tráfico, esta carretera es ideal para hacer bicicleta. Después de pasar los dos tramos de subida, tomé la decisión de parar para recuperar sólido y líquido y tomar algunas fotos del entorno, que gracias a la lluvia de estos dos o tres últimos días, está de un verde maravilloso.







Desde este punto, que era el más alto de la ruta, ya solo me faltaba disfrutar del llano y la bajada en casi todo el recorrido restante. Me lancé a ello y al poco ya estaba a la altura de Quer. Lo dejé a un lado, continuando el descenso hasta llegar a Alovera. En el pueblo torcí a la derecha y tomé el recorrido lineal que le une con Azuqueca de Henares. Y allí tomé el desvío por carretera para subir, ahora sí, hasta Villanueva. Este tramo es de subida que no lo parece en su primera parte, y una segunda que sí es muy clara y ya algo pesada para las piernas. En el pueblo llegué hasta la iglesia y torcí a la izquierda para tomar de nuevo el camino rural que une este pueblecito con Meco, por el que inicié mi ruta al principio.

Me hacía falta volver a rodar después de quince días en parado. Además, respirar el frescor después de la lluvia no tiene precio, y era una oportunidad que no se podía desperdiciar. A pesar de haber acumulado pocos kilómetros en esta ruta, no tengo la sensación de haber tirado el día. Justo al revés, porque han sido muy aprovechados y disfrutados. Ahora quedamos pendientes del tiempo para el fin de semana próximo en el que hay subida grupal a la Pedriza. Si el tiempo nos respeta será una jornada superdivertida y con un final feliz a modo de cordero y/o cochinillo, o lo que se ponga por delante, que no somos nada escrupulosos con este asunto.

Promedio pulsaciones: 137
Máximo pulsaciones: 175
Promedio calorías consumidas:781
Total calorías consumidas: 1.300
Tiempo In Zone (150-182): 0h29

Datos de la ruta:

Recorrido: Meco -  Villanueva de la Torre - Valdeavero - Torrejón del Rey - Quer - Alovera - Azuqueca de Henares - Villanueva de la Torre - Meco.
Distancia: 40,19 km.
Tiempo efectivo: 1h38'
Tiempo total: 11:00 - 12:55
Promedio: 24,58 km/hora.
Desnivel: 330 metros.
Terreno: pista-asfalto (0-100) %.