Tocaba hacer una ruta intensa, aún nada larga, pero sí una buena piedra de toque, más sabiendo que anudaba la cuarta salida consecutiva. Aunque parece que en muchos momentos se repiten las rutas y los tramos, es muy importante conocer las intensidades que se aplican. En este caso, las pendientes no eran grandes, pero sí lo fue la exigencia. Desde el primer momento fui con el cuchillo entre los dientes y lo cierto es que me encontré muy bien. Las piernas, la respiración, las sensaciones respondieron mejor de los esperado.
Al poquito de salir tuve que echar el pie a tierra obligado. Tiré de cámara y fotografié el siguiente paisaje. No pude evitarlo.
El campo está para comérselo. Nos va a durar así poquitos días ya que el calor está ahora apretando tanto como si fuera finales de mayo. El tiempo nos está volviendo locos. Hace nada era invierno y ahora estamos casi en verano. Qué locura.
Seguí mi tramo de tierra hasta llegar a Azuqueca. Allí me posé sobre el asfalto e intenté darle "candela". Todo el tramo plano de asfalto hasta Valdeavero lo hice a 30 km/h. Y la vuelta hasta la rotonda de desvío hacia Villanueva, algo más lento pero a buen ritmo igualmente.
Y comencé a subir hacia Villanueva. Me encantó el tramo de subida de 7 km que lleva desde Azuqueca al puerto de Valdeavero. No es de una pendiente excesiva pero sí largo y tendido. Y las piernas frescas me ayudaron a pensar de este modo. Hice la bajada hasta Valdeavero y alargué el tramo hasta Torrejón del Rey donde paré para recuperar.
Allí, mientras recuperaba, me dio por mirar las cubiertas de mi KTM. La verdad es que ya sabía que estaban al final de su vida, puesto que apenas ya tienen tacos, pero lo que me asustó bastante es comprobar que la trasera tenía un corte limpio en un costado de unos 3 cm de largo. Han durado justo 5.000 km, y creo que han estirado su vida más de lo esperado.
Comprobé la presión y seguía perfecta. Así es que me subí a la bici y no esperé ni un segundo. Directo a casa por si se desplomaba y me quedaba yo con un problema. Por suerte no tuve ningún susto y llegué a casa en perfectas condiciones. Entre medias, tocaba subir el puerto de Valdeavero, el que había descendido solo unos minutos antes. De nuevo, seguí con las buenas sensaciones anteriores y las piernas respondieron cuando les pedí más. Desde allí, bajada por el tramo de tierra hasta Meco para llegar a casa, sin apenas cansancio. Increíble, estoy más que contento con estos primeros días de entreno. Mi objetivo en 10 días es poder hacer 80-90 km sin mucho agotamiento, lo que puede permitirme alcanzar los 165 km del Soplao con cierta seguridad.
Datos de la ruta:
Recorrido: Meco - Azuqueca de Henares - Alovera - Azuqueca de Henares - Villanueva de la Torre - Valdeavero - Torrejón del Rey - Valdeavero - Meco.
Distancia: 42,48 km.
Tiempo efectivo: 1h46'
Tiempo total: 18:00 - 20:00
Promedio: 23,95 km/hora.
Desnivel: 250 metros.
Terreno: pista-asfalto (50-50) %.
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