lunes, 17 de octubre de 2011

Crónica del 15 de octubre. Garganta del río Guadalix.


Ruta en bici 1301296 - powered by Bikemap 
Día de mediados de octubre que por los cielos libres de nubes y las temperaturas tan agradables, bien podríamos pensar que estábamos a primeros o finales de verano y no en pleno otoño. Maravillosa ruta por la Garganta del río Guadalix en compañía de muchos amigos. A las 9.30h, hora fijada para el encuentro y partida, aún no estábamos todos. Guillermo tuvo que hacer un recorrido extra para recojer a Juanjo, al cual le había abandonado David, que corrió rápido hasta La Mancha para refugiarse entre sus quesos y pistos, echándole la culpa de su ausencia a un freno de su bicicleta que lleva en reparación desde hace al menos cuatro semanas. Así las cosas, parece que David no quería venir a la ruta, y NO, no es cierto, la culpa la tiene un tipo bajito, de ojos achinados que vive en un tugurio de las zonas bajas de Pekín, y que trabaja en Shimano como empleado a tiempo parcial y por temporadas, y que no hizo su trabajo a tiempo. Y claro, así no se puede montar en bicicleta, y yo desde este estrado público le defiendo y además le ofrezco otra oportunidad, que proponga otra ruta de grupo a la que asista (aunque sea con un único freno, o con el de toda la vida, utilizando el truco de la zapatilla) para defender su honor y demostrar que la culpa fue del chino. 

También Pablo y compañía llegaron algo retrasados a la cita, no sabemos si por miedo a lo que se avecinaba en la ruta o porque con tanta furgoneta se les olvidó cargar las bicis y tuvieron que regresar hasta casa a por ellas. Lo cierto es que al final nos juntamos un buen grupo de amigos y entusiastas del ciclismo y la naturaleza.

De derecha a izquierda: Cristian, Joss, Gregorio, Pablo, José Carlos, Green, Daniel, Guillermo, Juan y Yoni.
(Copyright Green)

De derecha a izquierda: Cristian, Joss, Pablo, Gregorio, José Carlos, Juanjo, Daniel, Guillermmo, Juan y Yoni.
(Copyright Green)
A saber estuvimos:

.- Eduardo Verdes (Edward Green para los friends) al que quiero agradecer que llevara su GPS y el track de la ruta cargado, porque de otro modo nos habríamos acordado y mucho del tipo que huyó a La Mancha. Buena Trek y buenas piernas.
.- Guillermo (abonado al Glorioso), que con toda la humildad de la que siempre hace gala, estuvo en primera línea de guerra dándolo todo. Giant azul.
.- Daniel (el niño cordobés), que defiende su tierra allá donde vaya. Orbea adquirida a piezas y montada con sus manitas cordobesas.
.- Juanjo (Juanjo Lejarreta), el tipo sin casco y con una bici que estrenaron nuestros padres, estuvo más que bien, yo diría que increible. Solo ver la clásica, sin horquilla amortiguada y con 7 kilos de más que el resto de monturas, es para ovacionarle. Clásica de los noventa utilizada en el siglo XXI.
.- José Carlos (J), equipado con lo mejor del mercado, incluso de otros mercados... Ha demostrado que llegar a los 40 no es un problema, sino un reto y un orgullo. Baja y sube como el mejor, por lo que queda nominado para las siguientes rutas. BPro a la última.
.- Joss (el guiri), que con otra clásica por bici y además orgulloso de llevarla, pues nos dio para el pelo a muchos. Marcaba el ritmo y no parecía sudar ni ponerse colorado. ¡Tipos raros estos extranjeros! Clásica de los noventa y con uso actual.
.- Pablo (Peibol, Pol, Pablito, o solo Marmol), que llegó, se subió a la bici, comenzó el primer sendero de subida y se bajó. Así comenzó un ciclo vicioso de subir y bajar a la bici un tanto extraño, lo que le acarreó ser continuamente THE LAST ONE del grupo (que no el último OJO). Él se sacrificó por llegar el último y confirmar que todo iba bien, con lo que podíamos continuar la ruta. Ahora en serio, ha demostrado lo valiente que es, sabiendo que su condición física no está a punto pero dando la cara y sufriendo, como hacen los mejores. ¡Ánimo! RockRider 6.3 de las mejores (que no podía ser de otro modo).
.- Gregorio (el veterano), que ha demostrado que a pesar de pasar los 50 se puede y se debe seguir haciendo deporte, y además hacerlo bien. BPro con buena pinta.
.- Cristian (el hijo del veterano), que siguiendo los pasos de su padre (el veterano) y probablemente compartiendo muchos de sus genes, ha confirmado su gusto por la bicicleta al unirse a un grupo tan loco como el que hemos creado.RockRider 5.3.
.- Yoni (Juan Antonio), que día a día demuestra que la bici es parte de su vida (hablad con su novia...). Acaba de estrenar piso y lo primero que va a comprar no es la tele, ni la cama, ni la cocina, no no no, ni siquiera la Play, qué va. Lo primero es lo primero, una buena manguera para limpiar la KTM y que la bestia duerma tranquila y limpia. KTM Ultra Sport.
.- Juan (el bloguero), que no voy a hablar mal de mí en este blog. Organizador del evento gratuito. Disfruté mucho la ruta y más la compañía. KTM Ultra Sport.

Pues presentados todos, comienzo el relato. Salimos hacia las 10.00h del polígono con mucha incertidumbre ya que el que estaba en La Mancha era el perro guía, pero afortunadamente Dios aprieta pero no ahoga. Por eso tuvimos la suerte de compartir ruta con Green, Edward Green, que portaba un GPS y el track. Al principio con un poco de reparo seguimos sus pasos, pero viendo que había seguridad en sus palabras, cedimos a las nuevas tecnologías. La ruta circular de 33 km se dividide en dos grandes tramos. El inicial muy técnico y con muchas dificultades para circular en bici. Y un segundo tramo para disfrutar pedaleando sin miedo a caer al suelo.

Comenzamos el tramo de sendero junto al río Guadalix, con una primera parte muy revirada y con bastante vegetación, para cruzar un puentecito sobre un riachuelo que nos llevó hasta una pista. Aquí debíamos decidir el sentido de la ruta, y se decidió por unanimidad que la haríamos en sentido contrario a las agujas del reloj. Así hicimos una pequeña bajada para comenzar la primera subida del día, un tramo de menos de un km que nos exigió los primeros sudores. Arriba mientras esperamos al grupo fragmentado, yo cumplí con la historia y me caí de lo más absurdo. Charlando, en parado, con un pie a tierra y voy y me caigo al soltar la bici y desequilibrarme. Como recuerdo tengo una pequeña contusión en la rodilla y el pie derecho, y una marca en el gemelo izquierdo que me hicieron los dientes del plato. Nada serio y que todo sea eso.

Una vez agrupados, comenzamos la parte más complicada de la ruta. Ninguno lo sabíamos y por eso fue más exigente. Se trataba de un sendero pegado a mitad de altura de la montaña, y con el curso del río Guadalix a unos cuantos metros por debajo nuestro. Precioso paisaje que no pudimos apenas disfrutar porque el terreno era de lo más complicado, plagado de piedras y rocas en subidas o bajadas, lo que obligó a dar el ciento por ciento de cada uno de nosotros. Aquí el grupo se fragmentó mucho ya que cada uno hizo lo que pudo. En una de las paradas para reagruparnos, Daniel tuvo que cambiar la cámara de su rueda por pinchazo. Usó una técnica novedosa en el cambio, que consiste en poner a currar a los diez del grupo y montar la bici en vertical, sin necesidad de voltearla para sacar la rueda. Solo nos llevó media hora este cambio, y mientras tanto no dejaban de pasar ciclistas y gente haciendo senderismo.
Momento técnico de máxima complicación. El cordobés controlando que todo fuese como estaba estipulado en los manuales técnicos, y los currelas manos a la obra.

Vista del grupo reparando el pinchazo.

Juanjo "Lejarreta" llegando al grupo después del paso por el sendero tan técnico y peligroso.

Marmol, con la cara desencajada porque a punto estuvo de perder el mallot verde de la regularidad. Lo salvó por escasos segundos tras larga deliveración de los jueces.

Gregorio, pundonor diesel a prueba de bombas.

Cristian llegando al grupo.
Posado de Marmol, Joss y J.

Corazón atlético.

Mientras tanto otros seguían trabajando en la reparación del pinchazo.

Ojo a Juanjo, no se fia de la people. Repara el pinchazo pero no suelta la clásica.

Panorámica del valle del río Guadalix desde el lugar en el que nos encontrábamos reparando el pinchazo del cordobés.
Ya con todo el equipamiento recompuesto, continuamos el sendero hasta llegar a un pequeño recodo. Aquí comenzaba la segunda subida del día. El terreno era complicadísimo, muy removido, con pocas zonas compactadas donde poder apoyar las ruedas y no derrapar. Tan mal estuvo el asunto, que a excepción de los elegidos, el resto tuvimos que hacer la cuesta a pie empujando la bici. ¡Un martirio! Después de la primera rampa ya pudimos volver al sillín y terminar la subida, larga y exigente. Arriba nos agrupamos de nuevo y entramos en Pedrezuela para cruzar algunas de sus calles y tomar un camino amplio de grava blanca.

Por esta pista volvimos a sufrir, con mucha grava suelta  y continuos desniveles. A pesar de todo nuestro afán por guardar el equilibrio, tuvimos que echar pie a tierra y hacer sende-biking. Terminada esta tortura llegamos ya a tocar asfalto y hacer una bajada corta pero agradable. Tomamos un camino a mano izquierda que ya nos permitió disfrutar del embalse de Pedrezuela, bordeándolo hasta llegar a la misma presa. Paramos unos minutos para disfrutar de la ingeniería con letras mayúsculas, porque a pesar de haber presas por todo el mundo y desde hace muchos años, es que la altura y las dimensiones de la obra hace pensar, ¿cómo cojones se hace esto y que aguante la presión de los millones de litros que hay al otro lado...? En fin, menos mal que esto no está dentro de nuestras funciones...
Grupo justo encima de la presa del embalse de Pedrezuela discutiendo temas trascendentes.

Detalle de la profundidad de la presa (intenté captar toda la plataforma pero el "miedus horríbili" a que se cayera la cámara no me permitió un mejor ángulo). Por cierto, las piernas de Yoni muy sexis, ¿no os parece?
 A partir de la presa el firme cambió ya definitivamente a asfalto viejo o pista muy compactada, lo que no ofrecía ya ningún problema a nivel técnico, tan solo ya físico.Yo comencé a disfrutar mucho esta ruta a partir de este punto. Continuas subidas y bajadas de recorrido medio y con curvas a izquierdas y derechas enlazadas, hacían de este tramo una diversión tremenda. Además, el paisaje fascinante del valle se podía disfrutar a ratos y respirar aire puro. Atravesamos varias vallas y una carretera para seguir el camino serpentino, maravilloso. Antes de terminar nuestro día sobre ruedas, tuvimos que hacer otra parada técnica por otro pinchazo, o quizás debería decir palazo. Esta vez le tocó el turno a Guillermo, que consiguió atravesar la cubierta y la cámara trasera con un palito de dimensiones importantes. Todos nos arremangamos a solucionar el asunto, unos asesorando, otros sujetando la bici, Jota haciendo de McGiver al cortar la antigua cámara para cubrir el interior de la cubierta dañada, yo por mi parte dando aire a la cámara... y Pablo... ¿dónde estaba Pablo? Él dice que sujetando una zona de piedras que estaba a punto de desmoronarse. Yo le vi casi tumbado a la sombra de un arbusto... ¿Serán distintos puntos de vista?

Solucionado el problema técnico llegamos al punto aquel en el que decidimos el sentido de la marcha, que fue a derechas al contrario del movimiento de las agujas del reloj. Por lo que la etapa tocaba a su fin. Cubrimos el espacio hasta el polígono ya muy tranquilos, sabiendo que tocaba buscar el bar y tomar líquidos varios. La mayoría fuimos precabidos e ingerimos el típico Acuarius. Alguno se atrevió a la tradicional jarra de cerveza bien fría.

Hay algunas historias que no cuento en esta crónica porque no las conozco, solo es mi visión personal del día, de lo que vi y de lo que me contaron. Pero sé que Yoni se fue al suelo arriesgando en una curva, aunque ya estaba prácticamente parado. Que J se enganchó con unos pinchos de unos rosales. Que a Green se le quedó corta y demasiado ligera la etapa...

En resumen, estupendo día de bicicleta en compañía de buenos y nuevos amigos. Espero que sea la primera de muchas que organicemos, y que algún día consigamos juntar a muchos más haciendo rutas por las zonas cercanas a Madrid. Os animo a que aportéis ideas.

Un último apunte: el mapa del principio es el camino exacto que hicimos, tomado por la aplicación My Tracks para móviles con tecnología Androide. Cada kilómetro, una chavalita que estaba dentro del teléfono me decía que había cubierto un nuevo kilómetro, la media, bla bla bla, con una voz muy sensual. Os lo recomiendo a todos.

Datos de la ruta:

Recorrido: San Agustín de Guadalix - Pedrezuela - Embalse de Pedrezuela - San Agustín de Guadalix .
Distancia: 33,19 km.
Tiempo efectivo: 2h00'
Tiempo total: 10:00 - 13:15
Promedio: 16,54 km/hora.
Desnivel: 410 metros.
Terreno: pista-asfalto (70-30) %.

3 comentarios:

  1. Muy buena la crónica, me he reido mucho con la clave de humor con que te has animado a contarlo, sobre todo con la imagen donde el córdobes se encuentra supervisando el trabajo de cambio de rueda...es fundamental una buena supervisación del trabajo en cualquier trabajo en equipo que se precie.

    Bueno fuera bromas, muchas gracias por la organización del evento y a todos los que pudieron acudir a disfrutar del día, que no se quede aquí y que haya una próxima y pronto... Saludos!!!

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  2. Siento no haber asistido, espero que os haya gustado tanto como a mi el queso y el pisto ejeje. A la próxima me apunto fijo, pero no para defender mi honor (ni el del chino), para tomarnos algo después de la ruta...

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  3. Joder, no conozco a nadie del Cervantes, !como han cambiado las cosas!

    Jose Luis

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