domingo, 7 de agosto de 2011

Crónica del 6 de agosto

Quince días sin darle al pedal son muchos días. Por esto, decidimos a hacer una ruta amplia que nos vaciara y nos cubriera para aguantar a la próxima, que probablemente sea ya dentro de algunas semanas. Así, decidimos hacer la ruta de Loranca pero esta vez en recorrido inverso, es decir, comenzando por subir Los Santos de la Humosa y terminando por Azuqueca de Henares.

Por lo que la mañana yo la comencé prontito, a las 8h05' enfilando la carretera que une Meco con Alcalá hasta casa de Yoni, llegando a las 8h20'. Allí ya me esperaba ansioso el compañero de aventuras Yoni pegándose esta vez con la pila de su pulsómetro. Cada día se pega con una pila distinta...

Comenzamos nuestra ruta subiendo a Los Santos por el camino de tierra típico. Han arreglado todo el terreno y ya es mucho más seguro en subida como en bajada. Digamos que no es una autopista, pero sabiendo lo que había hasta la fecha, es una buena nacional. Al menos han desaparecido las temidas aunque también divertidas trialeras. En la plaza de toros en la que habitualmente hacemos parada y fonda, continuamos sin echar el pie a tierra hasta la parte alta, como solemos hacer cuando encaramos el camino hacia Anchuelo. Arriba, en el cruce de caminos elegimos el de mano izquierda, por el que Yoni aseguraba que se unía a la carretera que une Los Santos con Santorcáz, pero mi compañero olvidó confirmar por mapas este asunto, así es que dimos alguna vuelta más de la esperada. Pero bueno, nunca va mal conocer nuevos tramos. Éste en concreto tiene dos puntos uno de bajada y otro de subida bastantes delicados, con cortes en el terreno y algo de piedra grande suelta. La verdad es que al final llegamos a la carretera, algo más abajo del circuito de karting. Así, nos unimos al alfalto por primera vez en la ruta de dos. Hicimos la bajada muy divertida, sin coches que nos molestaran y llegamos a Santorcáz, donde paramos lo justo para reponer bidones de agua.

El día fue caluroso y con aire, que misteriosamente nos daba siempre de cara. Este es un tema de estudio sin duda, ya que estoy seguro que rodamos en las direcciones. De Santorcáz tomamos el camino de la estepa cerealista que nos acerca a Pioz, todo el tramo sin ningún incidente ni nada reseñable. En Pioz tomamos de nuevo carretera, disfrutando anticipadamente de la bajada que nos esperaba unos kilómetros más adelante en Loranca. Por lo tanto, hicimos el sube y baja que nos distanciaba hasta la famosa bajada, hasta la fecha para nosotros famosa subida de 3 kms., y allí lo dimos todo. Tuvimos la suerte del campeón o del novato, porque no encontramos ningún coche salvo en los últimos 500 metros. Por lo que disfrutamos a tumba abierta (¡qué mala expresión!) de la bajada. Alcanzamos los 60 kms/h tocando la maneta del freno, porque a pesar de no sentir el problema del tráfico, la carretera no es excesivamente ancha, y además hay varios tramos en los que se enlaza curva tras curva, algo que es muy emocionante y te pone en alerta.

Una vez abajo, decidimos continuar sin parar hasta Aranzueque por la carretera nacional con un buen firme y un arcén de un metro. Cómodamente hicimos kilómetros hasta el pueblo de paso. En ese camino comenzamos a ver buenas extensiones de girasoles, preciosa estampa de la zona. Merecía la pena haber parado para retratarlo, pero de algún modo decidimos hacer las paradas mínimas. Tanto que solo paramos una vez para comer algo y fue ya casi al final de la etapa.

En Aranzueque sabíamos que nos quedaba la segunda subida del día, la que nos llevaba hasta El Pozo de Guadalajara. Sabíamos de su distancia, más larga que la mayoría del entorno, pero pensamos que también era más dura. Bueno, lo cierto es que a mitad de subida hablamos que nos estaba defraudando, porque no era realmente dura. Justo en ese momento la cosa se puso más dura, probablemente la cuesta se ofendió y se estrujó algo más para ajusticiarnos. Al final de la subida yo llegué sin un gramo de fuerzas. Subestimamos la subida. Ahora la califico de larga, relativamente suave en su primera mitad y algo más dura, aunque no exigente, en su segundo tramo.

Llegamos a El Pozo e hicimos la parada del día. Bebimos y comimos lo suficiente para afrontar los últimos 30 kms. hasta casa. Así, encaramos la carretera que nos unía hasta Chiloeches. La primera parte la hice en cabeza y a partir de ahí Yoni se encargó de marcar el ritmo. Yo me enganché a su rueda como pude y alcanzamos la bajada. Otro disfrute más de la jornada. Nos dejamos caer para alcanzar en varios  puntos los 60 kms/h. El aire afectaba bastante, por lo que tuvimos que llevar mucho cuidado. Todo el tramo de bajada hasta el puente de la A2 lo hicimos muy rápido, con velocidades nunca inferiores a los 30 kms/h.. ¡una delicia!

Ya en la A2 alcanzamos Azuqueca, lo atravesamos hasta conectar con el tramo de tierra que nos devolvío a Meco.

Los dos coindimos en que esta ruta en el sentido realizado hoy es menos dura que realizada en sentido inverso. Probablemente, la subida de Loranca marca esta diferencia.
Datos de la ruta:
Recorrido: Meco - Los Santos de la Humosa - Santocaz - Pioz - Loranca de Tajuña - Aranzueque - El Pozo de Guadalajara - Chiloeches - Azuqueca de Henares - Meco.
Distancia: 83,53 km.
Tiempo efectivo: 4h00'
Tiempo total: 8:05 - 12:30
Promedio: 20,86 km/hora.
Desnivel: 710 metros.
Terreno: pista-asfalto (30-70) %.

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