lunes, 25 de julio de 2011

Crónica del 23 de julio

El sábado quedamos Yoni y yo para repetir la última ruta realizada, con unas pequeñas variantes en el recorrido por visitar los pueblos por los que pasábamos, y un cambio final en la bajada desde Los Santos, esta vez hecha por carretera.

Fijamos las 8.30h de salida y salimos al final hacia las 8.50h con un tiempo matinal algo removido que avecinaba incluso lluvia en algún punto, que al avanzar del día se tornó en un calor del julio que estamos viviendo. Así, salimos desde casa hacia el camino que lleva a Azuqueca y tras atravesar el pueblo tomamos ya camino de subida hacia Chiloeches. Hicimos toda la subida hasta el pueblo juntos sin perder mucho la conexión entre ambos. Desde ahí, yo me empecé a distanciar lentamente y le tomé unos 100 metros de ventaja que antes de llegar a las antenas, Yoni bien supo dejar en nada. Hizo una recuperación perfecta y eso deja muy a las claras que ya está al 100%. Arriba continuamos la larga recta hasta El Pozo de Guadalajara donde paramos para repostar líquidos y ver el pueblo.



Desde aquí directos a Aranzueque, esperando deseosamente la bajada, que idealizamos la vez anterior más larga y divertida, o al menos así lo fue entonces. Una vez en el pueblo, aprovechamos a ver sus calles que denotan un pasado más brillante que el actual, con alguna casa solariega y un par de plazas con fuentes en piedra. De aquí hasta Loranca de Tajuña, volando por la carretera, con buenas piernas deslizando muy bien las bicicletas. También aquí nos acercamos hasta el pueblo, que vimos desde un costado, ya que para ver propiamente el pueblo hay que subir y subir, y cierto era que no estábamos para mucho jaleo viendo la cuesta de camino a Pioz que nos esperaba. Aquí hicimos un parón para recuperar líquidos. Por cierto que desde la vereda del río Tajuña, en la que nos encontrábamos, se inicia un camino que luego vimos desde la subida a Pioz, muy interesante pero que habría que ver dónde se dirige. Queda pendiente de estudio.

Una vez repuestos de todo el camino que ya llevábamos acumulado y sabiendo lo que esperaba, subimos a nuestras KTM y caminito de Pioz. Segunda subida en pocos días por este tramo y bien agotados que llegamos arriba porque a la dureza del perfil se unió ya el calor que aplastaba. Con mucho sufrimiento, alcanzamos la cima y continuamos con el fastidioso sube y baja hasta legar a Pioz. Aquí cambiamos al tramo de pista de la estepa cerealista que nos llevó hasta Santorcaz. En el camino pudimos ver varios campesinos recogiendo el cereal y empaquetádolo en enormes fardos. Eso es trabajo del duro y poco reconocido; al sol, al frío, a la lluvia... ¡Y nosotros quejánonos de si falta mucho o poco por llegar a casa. Poca vergüenza!

En Santorcaz realizamos ya la última de las paradas para rellenar el bidón de agua y tomar una chocolatina, que más que comida fue bebida de lo deshecha que se encontraba por el calor del día. A la salida de Santorcaz hay una bajada de unos 300-500 metros que parece un tobogán tremendo, en el que se alcanza una velocidad brutal en un momento y donde hay una especie de alcantarilla o algo similar justo por donde se traza al bajar, que es verdaderamente peligroso. Yo me topé con este resalte las dos veces que pasé, y el sábado tuve que hacer una frenada ruidosa por el golpetón del sillín que me llevé. A ver si para la próxima me acuerdo y no repito frenada. De Santorcaz a Los Santos por carretera, emparejados y tras atravechar el pueblo comenzamos la enorme bajada hasta el puente de la A2. ¡Qué pasada de descenso! Solo decir que con mi peso pluma llegué a sobrepasar los 68 km/h., y sostenidos los 55 km/h en la mayoría del tramo. En el pico de velocidad la bicicleta hizo un extraño zig zag por el viento, por lo que mi instinto mandó sobre el cerebro y toqué suavemente la maneta del freno trasero para recuperar el control total de la bicicleta. En cuanto al tráfico, denso pero respetuoso. En estos casos tan delicados para la integridad del ciclista, yo prefiero ocupar el carril como si en coche o moto fuese, ya que por un lado voy a una velocidad muy similar a la que un coche podría alcanzar en esos puntos, y por otra, me aseguro que tengo más margen de maniobra ante un necesario cambio de trazada.

Ya a la altura de la A2 cruzamos el puente y avanzamos tranquilos hasta Meco para recuperar el aliento. Yoni dejó la bicicleta en casa para la próxima salida que pensamos podría ser el mismo lunes.

Datos de la ruta:
Recorrido: Meco - Azuqueca - Chiloeches - Pozo de Guadalajara - Aranzueque - Loranca de Tajuña - Pioz - Santorcaz - Los Santos de la Humosa - Meco.
Distancia: 79,00 km.
Tiempo efectivo: 3h49'
Tiempo total: 8:40 - 13:30
Promedio: 20,70 km/hora.
Desnivel: 710 metros.
Terreno: pista-asfalto (10-90) %.

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